Rutas

Cinco Villas: Senda hasta el picazuelo

FICHA TÉCNICA

INICIO-FINALIZACIÓN:  Cinco Villas – Cinco Villas 
DISTANCIA: 5 Km.  
DURACIÓN APROX.: 1,30 horas 
DIFICULTAD: Media. Recorridos que alternan caminos homogéneos, con repechos y subidas prolongadas. 
TIPO DE CAMINO: Pista forestal, caminos carreteros y sendas. 
INTERÉS: Histórico – Cultural – Patrimonial, Natural y Paisajístico. (Destacable la vista panorámica desde el Alto del Picachuelo). 
ÉPOCA: Todo el año. (Recomendado) Primavera y Otoño para apreciar las distintas tonalidades de los diversos paisajes. 

DESCRIPCIÓN DE LA SENDA

La senda se inicia en el pequeño y acogedor pueblo de Cinco Villas, anejo de Mangirón desde 1833 tras la división provincial.

Comenzamos en la plaza del pueblo justo enfrente del Centro de Salud y realizaremos un pequeño recorrido por los puntos más destacados del núcleo, tomaremos la calle de la Fuente hasta llegar al Lavadero, junto a la fuente, subiendo por la calle Palomar encontramos el Potro de herrar y tras el transformado, a ras de suelo, la Fuente Vieja, de origen musulmán. Retrocediendo por la calle Hita y tomando la calle Iglesia llegaremos hasta la Iglesia de Santa Ana, del s. XVI, la cual ha sido restaurada en 1982. En su interior podemos encontrar imágenes de la Purísima, de la Virgen del Carmen y de San Roque.

Continuaremos nuestro itinerario por el Camino Viejo del cementerio, hasta enlazar con la colada del Cerro de Cinco Villas, pasando junto al cementerio y la manga ganadera, yendo por el camino de tierra, nos encontraremos a la derecha del mismo hasta una barrera que restringe el paso de coches y un zarzo metálico, que habrá que abrir, sin olvidarnos de cerrarlo después, al igual que todos los que nos encontremos en nuestro trayecto, para evitar que se salga el ganado. 

Durante este transcurso de tiempo hemos podido observar una gran variedad de plantas aromáticas; como cantueso, tomillo, … Ya dentro del pinar es más difícil observar algún tipo de planta, a causa de la espesura de las agujas del Pino, y las piñas. Aún así es posible encontrar: Retamas Negras, con sus características flores; desarrolladas en forma de bolitas peludas, Jaras y Enebros Rastreros llegados hasta allí transportadas junto a la arena utilizada para crear las pistas.

Del antiguo Robledal, que existía en la misma zona, solo han conseguido sobrevivir algunos ejemplares, muy difíciles de localizar entre la gran masa arbórea de Pinos.

Seguimos nuestro rumbo todo recto, ignorando las bifurcaciones a izquierda, donde dejamos atrás un herrén (lugar donde antiguamente se cultivaba el centeno) y un kilómetro adelante otra a derecha, que circunvala el cerro en su totalidad.

Ascendemos un pequeño repecho, el tramo final de nuestra subida, y nos encontraremos ante una torreta de vigilancia, junto a la que se sitúa el punto geodésico y el repetidor de televisión.

Hemos llegado al Picazuelo, el pico más alto del término de Mangirón, con una altitud de 1250 metros, desde donde podremos contemplar unas impresionantes vistas de prácticamente toda la sierra. 

Al Norte y al Oeste; Somosierra, Los Montes Carpetanos, Peñalara, El Valle del Lozoya desde Lozoya a Braojos, Buitrago, Los Embalses de Riosequillo y Puentes Viejas, La Sierra de La Cabrera y El Mondalindo. Al Este y al Sur; La Pedriza, Peña Cebollera, Peña El Águila, Salinero, El Porrejón, Peña La Cabra, La Tornera, Centenera, la Sierra del Rincón y sus pueblos, El Embalse de El Atazar y al fondo El Berrueco, Torrelaguna y Uceda.

En el regreso, ya cuesta abajo, se pueden apreciar más detalladamente todas las vistas señaladas. Si prestamos atención y vamos con cautela, podremos observar alguno de los pájaros característicos de la zona, tales como mirlos, buitres, cuervos, urracas o águilas culebreras. Es difícil encontrarse con jabalíes zorros, gamos o corzos durante la senda, pero si podremos reconocer sus huellas en las pistas.

Retrocediendo por el mismo camino volveremos de nuevo al pueblo de Cinco Villas, sitio de partida de nuestra senda.